viernes, 28 de febrero de 2014

El Debate Sobre el Ayuno

¿Acaso pueden los que están de bodas ayunar mientras está con ellos el esposo?
Marcos 2.19

Marcos comienza este relato sobre el tercer debate llamando la atención a la diferencia entre tres grupos de discípulos. Los discípulos de Juan el Bautista y los discípulos de los fariseos estaban ayunando, escribe, pero los discípulos de Jesús no lo hacían. Por el contrario, dice Lucas, 'comen y beben' (Lucas 5.33). De modo que algunas personas se acercaron a Jesús y le preguntaron por qué los otros dos grupos estaban ayunando, mientras que sus discípulos no lo hacían.

Jesús les respondió con otra pregunta: '¿Acaso pueden los que están de bodas ayunar mientras que está con ellos el esposo? Entre tanto que tienen consigo al esposo, no pueden ayunar' (Marcos 2.19). Algunos comentaristas entienden que este es un proverbio que se aplica en situación de acciones inapropiadas. Por ejemplo, sería inapropiado que hiciéramos esto o aquello así como lo sería que los invitados ayunaran durante la fiesta de bodas.

Personalmente, pienso que hay aquí una mini alegoría. Jesús, el novio, estaba con ellos. Este era un momento de celebración gozosa. Por lo tanto sería completamente inapropiado que ayunaran en ese momento. 'Pero vendrán días', continúa Jesús, 'cuando el esposo les será quitado' (v. 20). 'Quitado' podría ser una alusión a su muerte violenta. Es verdad que todavía no había predicho claramente esos sufrimientos, pero al parecer tenía indicios de que los tendría. En aquel día, cuando él les fuera quitado, entonces harían duelo y ayunarían. Como vimos en el sermón del Monte, Jesús parece haber asumido que ofrendar, orar y ayunar iban a formar parte de la vida cristiana.

Esto no significa que el ayuno esté siempre asociado con el duelo. Porque si bien en un sentido el novio nos ha sido quitado, en otro ha regresado a nosotros en el Espíritu Santo, y nuestra tristeza se ha convertido en alegría (Juan 16.20-22).


Para seguir leyendo: Marcos 2.18-20
Tomado de Toda la Biblia en un Año  de John Stott

En Jesús de Nazareth: nuestros Corazones, nuestras Mentes y nuestras Puertas, están abiertos para Dios, están abiertos a la Vida y están abiertos para Ti.