miércoles, 26 de febrero de 2014

El Debate Sobre el Perdón / LAS CONTROVERSIAS DE JESÚS

El Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados.
Marcos 2.10

No cabe duda que Cristo era una persona inclinada a la controversia. Estaba en constante debate con los líderes religiosos de su época. En el capítulo 2 de su Evangelio, Marcos reunió cuatro controversias. En cada debate, sea de manera explícita o implícita, Jesús avanza en la reivindicación de su identidad singular.

Marcos relata la conmovedora historia del paralítico que fue sanado y también perdonado. Sus cuatro amigos lo habían trasladado, pero la muchedumbre les imposibilitaba llegar hasta Jesús. Entonces hicieron una abertura en el techo de la casa y descendieron al hombre en su camilla a través del agujero. Para sorpresa de todos, en lugar de declararlo sano Jesús lo declaró perdonado, porque en el reino mesiánico la sanidad y el perdón eran bendiciones paralelas.

De inmediato los maestros de la ley que estaban sentados allí se indignaron y dijeron: '¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?' (v. 7). En respuesta Jesús trazó un paralelo entre las dos bendiciones, pero agregó que él primero había dado perdón al paralítico porque quería que la gente supiera que él tenía autoridad para perdonar pecados. Entonces sanó al paralítico, quien se levantó y salió caminando a la vista de todos, que quedaron maravillados.

Un poco después Lucas registra un incidente similar. Jesús permitió que una prostituta lo ungiera con perfume, mojara sus pies con sus lágrimas, y los cubriera con besos. Cuando Jesús la declaró perdonada, los invitados a la cena murmuraron entre ellos: '¿Quién es éste,  que también perdona pecados?' (Lucas 7.49).

Es decir que en dos diferentes ocasiones Jesús perdonó los pecados de la gente, diciendo: 'Tus pecados te son perdonados'. En ambos casos los observadores circunstanciales reconocieron que las palabras de Jesús eran más que una declaración; entendieron que les estaba dando una absolución. En ambos casos los testigos se escandalizaron, porque sabían que nadie sino Dios puede perdonar pecados.


Para seguir leyendo: Marcos 2.1-12
Tomado de Toda la Biblia en un Año  de John Stott

En Jesús de Nazareth: nuestros Corazones, nuestras Mentes y nuestras Puertas, están abiertos para Dios, están abiertos a la Vida y están abiertos para Ti.